lunes, 18 de julio de 2011

Ella*

Podría hablaros de tormentas agónicas sin cese,de noches sin luz,de tiempos en los que el yo,mi,me,conmigo aportaban una egoísta felicidad que estaba empezando a intoxicarme.
No era consciente de que la figura que en su día dio vida a este espacio estaba entrando en un bucle de autodestrucción y decadencia que estaba acabando con el equilibrio de la personalidad y del que difícilmente pudiera escapar...

Y entonces...

Las noches se iluminaron.
En los días mas triste llovía de alegría,y yo,poco a poco,escapaba de mi locura particular.
Volví a recordar partes de mi que no creía que siguieran existiendo.
Escapar del miedo.Mirar a los ojos.Disfrutar de los silencios.Llorar de felicidad.

Y entonces,Ella.
Todo gracias a Ella.